lunes, 6 de septiembre de 2010

cómics de carros



Hace poco tuve la oportunidad de acudir a un evento de autos y motociclietas, en el cual pude observar a los fanáticos de estas modificadas máquinas su pasión por los comics, aquí estan estas fotos como ejemplo.
Un poco de talento y un aerográfo puedes conseguir excelentes trabajos como estos, hay para todos los gustos, sin embargo a mi me parecieron fenomenales, disfrutenlos por ahora les dejo estas 3 fotográfias.

locuras de un colegio


Es de suponer que en la asignatura de "Educación para la Ciudadanía" también se impartirán clases sobre la "Memoria Histórica"... y es que el ser ilustrado está de moda,... y debe ser "el Ciudadano" el que tome las aulas y nos enseñe la historia, su historia, a través de sus recuerdos, de su memoria,... supongo que serán ciudadanos de prestigio, con extensa práctica en sus condición de demócratas los que instruirán a las nuevas juventudes,(¿jubilautas?)... sin tener en cuenta que la  "memoria" es individual, es, a lo sumo, familiar, subjetiva, es tradición oral, mito, leyenda... frente a "la Historia"; colectiva, que es una ciencia ,que debe ser objetiva,  social,  escrita,... más miedo me dan quienes quieren enseñarnos fantasmas y meigas tras los fuegos fatuos de la Guerra Civil  que los que dicen dirigir el mundo "Por la gracia de Dios". Los nuevos mandarines buscan reinterpretaciones de la historia contratando historiadores mercenarios,... mas como la ciencia se resiste a dar su brazo a torcer tienen que fabricar mitos y leyendas,... ¿Memoria Histórica? Así es que en las siguientes elecciones, ya saben, podemos elegir,.. o al loco de la izquierda o al iluminado de la derecha.  

cómics en Colombia


Historia

En sus inicios consistió básicamente en una imitación del cómic estadounidense y mexicano que sirvió para familiarizar al público en esta peculiar forma de comunicación. Aunque lenta e intermitentemente, sólo empezó a desarrollarse a partir de los años 1960 con trabajos como los de Ernesto FrancoCarlos Garzón o Jorge Peña entre otros y posteriormente se le sumarían diversos dibujantes en las siguientes décadas. Pese a ello, la historieta colombiana ha sido relegada a la sombra en beneficio de la literatura y del humor gráfico (sobre todo de tipo político). La idea de que el cómic no es otra cosa que un escalón hacia la "literatura seria" ha hecho que se hayan perdido muchos años y talento. Además, como en muchas partes del mundo, una buena parte de los aficionados y creadores del momento se han entregado al estilo manga sin que su trabajo logre trascender la simple imitación. Actualmente, los creadores colombianos siguen luchando por encontrar una voz que los identifique entre las corrientes foráneas que los rodean.

[editar]Orígenes (1924-1960)

En 1924 surge Mojicón, una historieta que fue una adaptación de la tira estadounidense Smithy. Su autor, Adolfo Samper, la publicaría en el periódico independiente Mundo al Día hasta 1930. Con el tiempo, este mismo autor publicaría en 1943 otras historietas como Misiá Escopeta y Don Amacise con relativo éxito en el periódico independiente Sábado en la segunda sección. También se editan las revistas infantiles Merlín (1940), Michín (1945) y Pombo (1948).

[editar]Un tardío desarrollo (1962-1978)

En los años sesenta, surgen nuevos autores como Ernesto Franco, célebre por su trabajo en la tira de prensa "Copetín" desde 1962 hasta 1994, la cual marcó un nuevo comienzo para las tiras cómicas nacionales porque tuvo una fuerte aceptación entre los lectores y quedaría marcadas en la memoria colectiva del país al punto de convertirlo en el símbolo de la historieta nacional. En sus viñetas, Franco, se dedicadaba a narrar la vida cotidiana de los habitantes de las calles de Bogotá desde el punto de vista de un gamín, termino que se le designaba al niño habitante de calle de la época.
Por su parte, Carlos Garzón publicaría Calarcá (1969), una historieta inspirada en las narraciones coloniales que Fray Pedro Simón hizo del cacique indígena. Algunos años después, Garzón es reclutado por Al Williamson para que se vaya a trabajar para el mercado estadounidense, donde llegaría a realizar series como la adaptación a historieta de Star Wars y Flash Gordon. Por su parte, la tira dedicada al héroe indígena quedaría a cargo de Jorge Peña. Para esa última década, también se destacan personajes de origen autóctono creados por otros autores como La Gaitana (1970) de Serafín Díaz , Ibana de M. Puerta/Mc Cormic, Teniente Colombiano y El Castillo de los Frailes

viernes, 3 de septiembre de 2010

Se llama historieta o cómic a una "serie de dibujos que constituye un relato", "con texto o sin él",[1] así como al medio de comunicación en su conjunto.[2] Partiendo de la concepción de Will Eisner de esta narrativa gráfica como un arte secuencial, Scott McCloud llega a la siguiente definición: «Ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada con el propósito de transmitir información u obtener una respuesta estética del lector».[3] Sin embargo, no todos los teóricos están de acuerdo con esta definición, la más popular en la actualidad, dado que permite la inclusión de la fotonovela[4] y, en cambio, ignora el denominado humor gráfico.[5]

Considerada durante mucho tiempo como un subproducto cultural,[6] apenas digno de otro análisis que no fuera el sociológico, desde los años 60 del pasado siglo se asiste a su reivindicación artística, de tal forma que Morris[7] y luego Francis Lacassin[8] han propuesto considerarla como el noveno arte, aunque en realidad sea anterior a aquellas disciplinas a las que habitualmente se les atribuyen las condiciones de octavo (fotografía, de 1825) y séptimo (cine, de 1886). Seguramente, sean este último medio y la literatura los que más la hayan influido, pero no hay que olvidar tampoco que "su particular estética ha salido de las viñetas para alcanzar a la publicidad, el diseño, la moda y, no digamos, el cine."[9]

Las historietas suelen realizarse sobre papel, o en forma digital (e-comic, webcómics y similares), pudiendo constituir una simple tira en la prensa, una página completa, una revista o un libro (álbum, novela gráfica o tankōbon). Han sido cultivadas en casi todos los países y abordan multitud de géneros. Al profesional o aficionado que las guioniza, dibuja, rotula o colorea se le conoce como historietista